La depresión es un trastorno de salud mental común que afecta a más de 264 millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por una tristeza persistente y una falta de interés o placer en actividades que previamente eran gratificantes y placenteras. Además, puede alterar el sueño y el apetito, y es frecuente que concurra con cansancio y falta de concentración.

 

La depresión es una causa importante de discapacidad en todo el mundo, e incide considerablemente en la carga de morbilidad. Los efectos de la depresión pueden ser prolongados o recurrentes, y pueden menoscabar extraordinariamente la capacidad de una persona para actuar y vivir una vida gratificante.

 

Las causas de la depresión incluyen complejas interacciones de factores sociales, psicológicos y biológicos. Diversas circunstancias de la vida, por ejemplo, adversidades en la infancia, una pérdida y el desempleo contribuyen al desarrollo de la depresión y pueden propiciarla.

 

Para casos de depresión moderada y grave existen tratamientos psicológicos y farmacológicos. Ahora bien, en los países de ingresos bajos y medianos los servicios de asistencia y tratamiento de personas con depresión suelen ser deficientes o inexistentes. Se estima que en esos países, entre un 76% y un 85% de las personas que sufren trastornos de salud mental carecen de acceso al tratamiento que necesitan.

 

La depresión y los trastornos mentales conexos pueden tener un profundo efecto en todos los aspectos de la vida, en particular en el rendimiento escolar, la productividad en el trabajo, las relaciones familiares y sociales y la capacidad de participación comunitaria. Asimismo, las investigaciones indican estrechos vínculos entre la depresión y trastornos de salud física, por ejemplo, la tuberculosis y las enfermedades cardiovasculares. La depresión afecta en todos los países a todo tipo de personas, sean jóvenes, mayores, ricas o pobres. Las mujeres son más propensas a sufrir depresión que los hombres.

 

La OMS trabaja con los Estados Miembros y los asociados para reducir la carga de morbilidad por trastornos mentales. La Asamblea Mundial de la Salud aprobó algunas resoluciones relativas a la prevención y el tratamiento de la depresión, en particular una resolución de mayo de 2013 que instaba a los países a dar una respuesta integral y coordinada a los trastornos mentales.

 

FUENTE: OMS