La técnica antiséptica y el uso de antisépticos es relativamente “nueva” en la historia de la cirugía y el tratamiento médico. Podría parecer sorprendente, pero debemos recordar que la prueba final de la teoría del germen llegó cuando Pasteur fue capaz de cultivar el bacilo del ántrax en un cultivo y esto no sucedió hasta la última mitad del siglo XIX. 

 

El aporte de Ignaz Semmelweis con el lavado de manos

En 1847, el Dr. Semmelweis instituyó el lavado de manos e instrumentos con jabón y cloro. En ese momento, la existencia de gérmenes no se conocía ni se aceptaba en general, sin embargo, con este sencillo proceso, los casos de fiebre puerperal (muy típicos en parteras y médicos que hacían autopsias) se redujeron drásticamente.

Después, en 1850, Ignaz Semmelweis, publicó observaciones y resultados sobre sus teorías, pero, la  creencia en aquel momento era de que las enfermedades se debían a un desequilibrio de los humores o se propagaba por miasmas, por lo cual, no se le dio el debido reconocimiento por aquellos años a las investigaciones de Semmelweis.

No fue hasta  después que  se desarrolló la teoría de los gérmenes de la enfermedad, y ahora se le reconoce como un pionero de la política antiséptica y la prevención de enfermedades nosocomiales.

 

Joseph Lister y el uso moderno 

Los antisépticos fueron utilizados por primera vez por el doctor Joseph Lister, entonces cirujano de la Royal Infirmary de Glasgow, Escocia. En 1867, comenzó a limpiar sus instrumentos quirúrgicos con ácido carbólico, que ahora se conoce como fenol. 

También empapó vendajes y lo colocó directamente sobre las heridas. En ese momento, incluso una pequeña herida que se infectara podía causar la muerte. Los pacientes que se sometieron a cirugía a menudo morían más tarde como resultado de la infección de sus heridas.

El avance del Dr. Lister inició una tendencia que condujo a la cirugía moderna, limpia y estéril y al cuidado de heridas, que ha salvado millones de vidas.

El primer paciente que fue tratado con un antiséptico de superficie fue un niño de siete años cuya pierna había sido lastimada por un carruaje tirado por caballos. El Dr. Lister empapó las vendas del niño en fenol y mantuvo la herida cubierta. Estaba muy complacido de ver que su antiséptico mantenía las heridas del niño libres de infección y les permitía sanar.

 

En la actualidad

Hoy en día no entenderíamos la cirugía y el tratamiento médico sin la existencia de los antisépticos, entre los cuales, encontramos comúnmente alcohol etílico, clorhexidina, povidona, tintura de yodo y agua oxigenada, sólo por citar algunos. 

Corporativo Brefer es un grupo de empresas conformadas a partir de un principio, la prevención de infecciones, ya que todos los esfuerzos de cada una de ellas está enfocado en combatirlas.